T., 40 años

T. es un hombre de 40 años que se ha mudado recientemente a un piso de integración social dentro de una institución para personas con dificultades intelectuales. Sitio donde él mismo se ha integrado desde los 4 años. Vives en este apartamento con otras tres personas bajo supervisión las 24 horas. Se le preparan las comidas y se le ayuda en sus actividades diarias. Tiene antecedentes de numerosos episodios de autolesión y se ha beneficiado de un programa de intervención conductual para ayudarlo a controlarlos. T no habla, pero se comunica a través de algunos gestos e imágenes. A pesar de ser consciente de la presencia de sus compañeros de habitación, la mayor parte del tiempo no muestra interés por ellos. A los 6 años le diagnosticaron una severa dificultad intelectual y autismo (…).

E., 19 años

E. es una estudiante universitaria de 19 años que ha enfrentado varias dificultades en las tareas académicas. Estudia en una universidad alejada de su tierra natal y ha tenido muchas dificultades para adaptarse a la rutina diaria. Le gusta leer novelas de forma compulsiva. Después de un tiempo, buscó una evaluación psicológica en los servicios universitarios. Se le refirió la posibilidad de tener un Trastorno de Hiperactividad y Déficit de Atención. De niña fue diagnosticada con una Dificultad Específica de Aprendizaje y se benefició de la intervención psicológica durante algunos años, habiéndose integrado en Necesidades Educativas Especiales. A pesar de las dificultades en cuanto a socialización, todavía mantiene algunos amigos cercanos que se remontan a su infancia. Pudo afrontar las dificultades sentidas en las relaciones sociales, especialmente durante la educación secundaria. Dice que tiene la noción de que el ingreso y la continuidad en la universidad solo era posible con ayuda profesional. Después de un tiempo de intervención en la universidad, se le diagnosticó AS (…).